El neorrománico es un estilo arquitectónico, enmarcado en la corriente del historicismo, que surgió en el siglo XIX y fue usado hasta las primeras décadas del XX y que se basa en una libre re interpretación del estilo románico vigente durante la Edad Media europea, entre los siglos XI y XIII. Se extendió primero por toda Europa, desde donde pasó luego a América. Se utilizó sobre todo en edificios religiosos y fue común en edificios civiles, y también fue empleado en la restauración de edificios medievales en toda Europa (como en la fachada de la catedral de Speyer, en Alemania, reconstruida a mitad del siglo XIX).
Como otros estilos historicistas, el neorrománico a menudo se redujo a la decoración general de los edificios sin afectar a las plantas ni a la estructura. Se caracteriza en arquitectura por la decoración en relieve, la planta de cruz latina de tres naves semicirculares en las iglesias y el uso del arco de medio punto y la bóveda de cañón.
Basílica de Santa María la Real de Covadonga (1877-1901)

Catedral de Marsella (1852-1893)
Catedral de Medellín (1890-1931)

Fachada de la catedral de Lisboa (1895)
